KARINA
ZOTHNER

Cuando Nando me habló de esta idea, yo estaba en un momento bastante complicado, emocionalmente inestable, sacudida por situaciones que se escapaban de mis manos y sobre las que no podía ejercer ningún tipo de control.

Podía autodestruirme, que buena idea, desaparecer, transformarme? correr?

Le di muchas vueltas a la idea y se me aparecían imágenes tremendas, negras, afiladas, dolorosas..no, no quiero tragedia, basta de tragedia.. quiero otra cosa… otra cosa...

Reflexioné mucho sobre la postura que adoptamos en la vida, frente a los sucesos que nos rodean y a veces, muchas veces, nos desbordan y encontré un lugar, mas o menos a salvo, desde el que observar el proceso, en silencio, sin luchar, permitiendo que lo que es sea y así, siendo, siga su curso y su proceso, sin juicios, sin asaltos, sin interrupciones, sin guerras y sin dolor.
Esto último era muy importante, pues el dolor puede llegar a ser insoportable y se agarra en si mismo dejando poco espacio para lo que puede llegar…

Entonces me situé en un espacio central, intermedio entre dos polos opuestos, entre dos extremos, entre todos los extremos conocidos y los desconocidos también; un espacio intermedio dónde se drenan los extremos, los opuestos, un espacio permeable que permite el flujo y el reflujo, el movimiento, la transmutación y el cambio.

El boceto que me sirvió de punto de partida es mucho mas contrastado, blanco, negro y una imagen de mi rostro quemada en alto contraste, donde muchos detalles se han perdido, absorbidos por el fondo blanco.
También había un texto, sobre mis visiones, sobre mis emociones, sobre mi dolor..

El proceso me ha sorprendido, en su carácter abierto y mutable, me he dejado llevar y me he dejado sorprender; un proceso vivo que aun hoy se sigue transformando en lo mas hondo de mi ser y que ha resultado ser un acto de Psicomagia, vivo, gentil y trascendente.
Así los contrastes se han suavizado, el blanco y negro inicial ha virado hacia tierras ocres, verdes y rojas, trabajado en muchas capas de color intenso envueltas en blanco de zinc, transparente, en etapas intermedias.
Un resultado muy estable, muy suave, vibrante, silencioso. Zen

El proceso me ha sorprendido, el resultado me ha sorprendido y lo observo con alegria, orgullo y gratitud, hoy, desde la paz del espíritu colmado y sereno.
Todo sigue en su sitio, todo es lo que es y lo observo con paz y con agradecimiento.

Unido a este tríptico he presentado 3 corazones de una serie larga y que aun está en proceso, no sabemos hasta dónde, no sabemos hasta cuando.
Una emoción, un corazón. Mi corazón siente y canta y se expresa como le da la gana..